miércoles, 22 de febrero de 2012

La implicación

Bueno os escribo una vez más para iros contando como va todo.
Ahora me he implicado más con la causa (como yo lo llamo) soy la nueva tesorera de nuestra pequeña asociación de niños de acogida y la verdad es que me apetecía dar este paso y no solo quedarme en la acogida de mi peque.
Me encantaría que desde mi experiencia personal la gente se animara a tener niños en acogida ( en cualquiera de sus versiones, que son muchas ).
El martes que viene participo en una charla sobre la acogida en el cole de mis pequeños y si os digo la verdad me hace mucha ilusión, ya que va a ser mi debut en esto.
Yo en parte, me decidí a acoger gracias a estas charlas y sobre todo a la experiencia de otras familias en esto de la acogida o como dice una buena amiga mía en esta bendita locura que es la acogida.
Creo que todo el mundo se podía implicar en esto en mayor o menor medida por que es algo que está ahí, pasando delante de nuestras narices y quien no se ha preguntado alguna vez o se ha dicho a si mismo me encantaría echar una mano a alguien pero no se si llega el dinero o no se si tendré tiempo...
Yo creo que esto de la acogida es una forma fantástica de poder hacer algo por alguien sabiendo que el resultado va a ser increíble, por ejemplo, se puede tener a niños los fines de semana , si solo se dispone de ese tiempo, o en vacaciones...
Con lo cual el tiempo no debería de ser una excusa para animarse a AYUDAR a un pequeñ@.
Cualquier tipo de ayuda en estos casos es poca, ellos necesitan saberse amados , como todo el mundo y no creer que ellos son los culpables de la situación en la que viven.
Hay ciertas personas que me dicen cuando les comento esto, que les parece muy injusto mostrarles una vida mejor y después que todo vuelva a ser como antes en su vida, pues bien yo les pido que se hagan una pregunta, si un ciego pudiera ver aunque solo fuera por un fin de semana, ¿que creéis que preferiría? vivir siempre en la oscuridad o ver la luz aunque fuera por un periodo de tiempo breve, yo creo que la respuesta está claro ¿no?.
En fin que yo sólo por ver esa carita, oírle reír, verle disfrutar de su primer baño en el mar, en la piscina o en un parque de atracciones ya me doy por bien pagada.

domingo, 5 de febrero de 2012

El curso de la acogida

Hola a todos, hace mucho tiempo que no me paraba a escribir unas líneas en el blog, pero el que tenga tres niños entenderá el por que no lo puedo hacer con la asiduidad que me gustaría.
Bueno pues os pondré al corriente de lo acontecido últimamente.
El peque está feliz y más adaptado que nosotros, campa a sus anchas por el que ya es su territorio.
No todo ha sido estupendo, la verdad, esto tiene sus más y sus menos como todo, lo peor fue después de una visita con su padre que vino desencajado.
Ya no sabíamos ni que hacer con él, afortunadamente fueron 15 días malos y gracias a Dios también tengo mucha gente, sobre todo familias de acogida, la psicóloga que nos dio el curso y la presidenta de la asociación de padres de acogida, que nos ayudaron en esos momentos difíciles.
Muchas veces no se trata de que te den una fórmula mágica  para solucionar todos los problemas, sino de simplemente compartir experiencias con personas que están pasando o han pasado por lo mismo que tú, y aunque parezca mentira ayuda y mucho.
En fin que vimos la cara b de nuestro niño y de lo que es una acogida y aunque no nos gustó, es lo que hay, un peque  de dos años rebotado contra el mundo y sobre todo contra nosotros por que no sabe muy bien que es todo eso que pasa a su alrededor.
No entiende lo de tener padres por partida doble ( a unos que sólo ve una vez cada dos meses, en el mejor de los casos), que le dejemos marchar a las visitas mientras llora suplicandonos que no quiere ir...en fin tantas cosas que sólo él entiende... no nos que da otra que poner cara de poker y dejar hacer a los que se supone hacen lo mejor ¿para el niño?, en fin que cada uno saque sus propias conclusiones.
De todos modos cuando todo vuelve a la normalidad y le vemos sonreír de nuevo y pasearse por casa diciendo que se lo a pasado super- bien jugando con su camión y sus coches, se te pasa todo y vuelves a esperar con incertidumbre la siguiente visita y a rezar para que todo vaya bien y no vuelva con su cara b.
De todos modos y pese a esos momentos, no me arrepiento ni por un instante de esta maravillosa locura que es ser padres de acogida.
Al fin y al cabo también hay temporadas en los que tus hijos biológicos tienen esas rachas extrañas en las que no sabes muy bien por dónde cogerles ¿ no?.